Funcionamiento de los refrigeradores de grano

Protege el gran desde fuera y desde dentro

Después de la cosecha, el grano se debe enfriar a una temperatura de almacenamiento segura lo más pronto posible. A una temperatura de 15 °C o menos, los insectos entran en estado de hibernación y dejan de provocar daños al producto almacenado. De este modo también se puede contrarrestar la propagación de hongos y la consiguiente contaminación del grano con micotoxinas nocivas. El enfriamiento también ralentiza la respiración del grano. Esto reduce las pérdidas de respiración y disminuye el autocalentamiento (ver figura), que de otra manera fomenta la proliferación de insectos, microbios y hongos en el grano.

Los granos de cereales son higroscópicos: dependiendo de la temperatura, hay un equilibrio entre el contenido de agua del grano y la humedad del aire ambiente. Si fluye aire húmedo por grano seco, el grano se humedece. Absorbe el agua y se pudre.

El secado por ventilación funciona, con el tiempo adecuado

En la aireación sencilla del grano, un secador de aireación, es decir, un ventilador controlado, enfría el grano. Para ello utiliza aire no tratado y su uso solo es razonable en condiciones climáticas apropiadas. El secador de aireación solo puede crear condiciones de almacenamiento estables en el grano con aire exterior fresco y seco. Bajo ciertas condiciones, la aireación del grano puede incluso estropear el material cosechado. Sin embargo, en combinación con un refrigerador de grano, se puede ser utilizar eficazmente. Inmediatamente después de la cosecha, el ensilado se airea, reduciendo así la temperatura del grano a unos 22 °C. A continuación, el refrigerador de grano lo enfría por debajo de 15 °C. Los modernos refrigeradores de grano acondicionan el aire ambiente y, por tanto, funcionan independientemente del clima. La combinación de aireación y refrigeración permite adquirir un refrigerador de grano más pequeño y reduce los costes de inversión.

Conservación fresca con refrigeradores de grano

Los refrigeradores de grano aspiran el aire ambiente y ajustan su temperatura y humedad de manera óptima al producto almacenado. Un refrigerador de aire extrae el agua del aire y lo enfría. En el siguiente paso, la humedad relativa del aire se ajusta de forma totalmente automática y precisa a las condiciones del ensilado de grano en una etapa de recalentamiento. Por último, el aire frío y seco se hace pasar por el grano a través del sistema de distribución de aire del almacén plano o del silo. En el proceso, extrae el calor y la humedad del grano. Los potentes refrigeradores de grano están equipados con ventiladores regulados por frecuencia y tienen un sistema de control totalmente automatizado con modos de funcionamiento individuales. Esto no solo facilita la manejo, sino que también evita errores graves en la estrategia de refrigeración.

La pequeña superficie de contacto y las cavidades llenas de aire entre los granos dan como resultado una débil conductividad térmica del grano. Enfriado en 3-6 semanas, mantiene su temperatura durante 6-8 meses gracias a su propio aislamiento. Ya se trate de colza, cebada para cerveza u otras semillas, los refrigeradores avanzados permiten la conservación del grano de un gran número de materiales agrícolas a granel, incluso con lluvia o niebla.

Protección del grano sin química

El tratamiento natural del grano es cada vez más importante. Los productos cultivados orgánicamente no deben entrar en contacto con pesticidas ni siquiera durante el almacenamiento. Las malterías deben asegurarse de que ningún residuo químico llegue a la cerveza. Los estrictos reglamentos oficiales y los altos costes también hacen que métodos como la fumigación química sean cada vez menos atractivos. La conservación fresca con un refrigerador de grano permite prescindir de productos químicos. Esto es bueno para el medio ambiente y protege los granos.