Los purificadors de aire ubicados correctamente complementan la ventilación periódica

Ventilación intensa mediante corriente de aire: la mejor manera de renovar el aire

Una ventilación periódica reduce la carga de patógenos como el coronavirus en el aire ambiente, lo que permite crear una atmósfera higiénica para las personas en la habitación. Sin embargo, las ventanas entornadas no son adecuadas para obtener un intercambio suficiente entre el aire de la habitación y el aire exterior. Lo más adecuado es la ventilación intensa, es decir, abrir las ventanas completamente durante un periodo corto de tiempo. La ventilación con corriente de aire es especialmente eficaz: abriendo ventanas o puertas en lados opuestos de la habitación se crea una corriente que renueva el aire interior con especial eficacia. Si la temperatura exterior es baja, la ventilación intensa mediante corriente solo causa un ligero descenso de la temperatura interior, la cual vuelve a subir rápidamente tras cerrar las ventanas.

Sin embargo, este método no puede utilizarse en espacios cerrados sin ventanas ni en cabinas de grúas. En estos casos, abrir la puerta para ventilar puede incluso ser perjudicial para la higiene del aire. Los aerosoles y los gérmenes podrían arremolinarse y diseminarse por el edificio. Por el mismo motivo debe desconectarse el modo de recirculación de aire en aquellas instalaciones de ventilación que no dispongan de filtros antivirus. Sin una ventilación periódica no es posible garantizar una higiene suficiente en interiores, por lo que los espacios cerrados no son adecuados para grupos grandes, como clases escolares. En este caso, los dispositivos de filtrado son a menudo la única posibilidad de eliminar del aire aerosoles con contenido viral y otras impurezas.

Los purificadors de aire complementan la ventilación

Como complemento de una ventilación activa, el Ministerio de Medio Ambiente alemán Bundesumweltamt recomienda el uso de dispositivos móviles de purificación del aire. Estos dispositivos pueden reducir la carga viral en el aire ambiente y son útiles, por ejemplo, cuando las personas que se encuentran en la sala no pueden mantener una distancia suficiente entre ellas o cuando su número es excesivo. Al mismo tiempo, el Ministerio de Medio Ambiente alemán advierte de que solo aquellos dispositivos con datos de rendimiento adecuados ofrecen una eficacia suficiente. La eficacia del purificador de aire depende tanto del dispositivo (p. ej. caudal de aire, filtros instalados) como de las circunstancias del espacio en el que se ubica.

El caudal de aire requerido puede calcularse fácilmente multiplicando la longitud, la anchura y al altura del espacio. El volumen del espacio se multiplica a continuación por seis, ya que el dispositivo de filtrado debe hacer circular el aire interior seis veces por hora para obtener una reducción suficiente de la carga viral. De esta manera se obtiene el caudal mínimo de aire por hora que debe poder suministrar el dispositivo de filtrado de aire. En función del lugar de ubicación y de los requisitos de transporte, puede además ser útil que el dispositivo disponga de ruedas o asas de transporte.

Un flujo de aire eficiente gracias a un menor número de obstáculos

Los dispositivos de filtrado de aire se colocan preferentemente en el centro de la habitación. Si esto no fuera práctico o posible, el dispositivo también puede colocarse cerca de las paredes. Para ello debe garantizarse que haya una distancia mínima a obstáculos como paredes y muebles de gran tamaño, de manera que el aire aspirado pueda fluir sin problemas al purificador de aire. Si el diseño del dispositivo solo permite una aspiración del aire por un lado, la distancia mínima hasta la pared debe ser de entre 30 y 50 cm.

El aire se ve fácilmente frenado y solo puede fluir a una sala si no hay obstáculos en su camino, como vigas, lámparas de techo, muebles y otros objetos. De lo contrario, el aire se acumula alrededor del dispositivo y la corriente de salida vuelve a ser directamente aspirada. El aire se distribuye con una máxima uniformidad en habitaciones con pocas irregularidades. El chorro de aire que sale del aparato no debe estar dirigido hacia personas, ya que esta corriente puede ser desagradable. Una posición alta de la salida de aire o un difusor son adecuados para evitar una corriente de aire. Además, el chorro de salida no debería cruzarse con otras corrientes de aire, como las que pueden crearse entre ventanas y puertas. Si se tienen en cuenta estas medidas, un dispositivo de filtrado aire con las prestaciones adecuadas puede reducir la carga viral en un espacio completo sin afectar al confort de las personas que en él se encuentren.